¿Se acuerdan
esas épocas en las que cuando una amiga caía a tomarse un mate traía
bizcochitos de grasa o unas pepas de la panadería? Ahora, en cambio, aparecen,
en el mejor de los casos, esos paquetotes de galletitas que prometen ser “sanas
y naturales”…y en el peor galletitas que tienen edulcorante!!! Desde grandes
marcas como granix, cereal mix o cuacker, pasando por líneas nacionales de
menor volumen que podemos encontrar en las dietéticas, las galletitas de avena,
de algarroba, de cereales, con granos enteros, etc., nos invaden y nos prometen una vida próspera y llena de
vitalidad. Pero, no todo lo que brilla es oro, y no todo lo que tiene avena es
necesariamente sano.
Mientras que
los productos light reemplazan con químicos los ingredientes más calóricos como
la grasa o el azúcar o miel, los productos integrales solo cambian lo refinado
(harinas y azucares) por granos enteros, azúcar integral o miel, y a veces las
grasas animales por aceites vegetales. No hace falta explicar porque las
variantes sintéticas “dietéticas” no son exactamente “sanas”, pero las otras,
las que nos prometen una vida integral, también esconden algunos venenos! Basta
leer sus ingredientes para darnos cuenta de que junto con la avena, el azucar
integral y las semillas, la mayoría (sino todas) estas galletitas integrales
suman otros ingredientes que incluyen harina y lecitina de soja (origen
transgénico), importantes cantidades de grasa (que aunque no sea de origen
animal, suele ser aceite hidrogenado, cuyas consecuencias para el cuerpo pueden
ser peores), dextrosa, emulsionantes, conservantes, inmensa cantidades de
sodio, y la lista sigue…
Así que si
estoy apurada, me quedo con lo que prepara el panadero, que aunque tenga azúcar
blanca y grasa animal, no llevan más de 6 ingredientes, ¡y por lo menos los
conozco todos! Pero si tengo unos
minutos, para mi no hay nada como cocinarme mis galletitas caseras super sanas
y cargadas de semillas. No hay mucho truco, elijo los ingredientes secos que me
gusten o tenga, avena y/o alguna harina integral, de centeno, algarroba,
semillas, nueces, frutas secas, coco, canela, clavo, azúcar moscado o
integral…lo que las ganas me indiquen ese día, y se mezclan con algún medio húmedo,
que puede ser agua, miel, o algo graso como aceite, manteca o huevo. No
necesita ser una pasta homogénea ni nada, sólo que se arme una pasta que mas o
menos se sostenga si con una cuchara ponemos montoncitos sobre una asadera.
Llevamos algunos minutos al horno, las sacamos medio humedas porque después se
siguen secando, y listo. Lo que mejor me resulta siempre es la mezcla de avena
con canela, pasas, almendras, sesamo, girasol, coco y mucho miel. Un sabor que
tiene de todo un poco!
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